EUROPA
PRESS
12 noviembre
2018
Sanidad
implantará un nuevo etiquetado de alimentos con colores en función de su
calidad nutricional
La ministra de Sanidad, Consumo y
Bienestar Social, María Luisa Carcedo, ha anunciado
este lunes la implantación de un nuvo etiquetado
nutricional de productos alimentarios y bebidas siguiendo el modelo Nutri-Score, que otorga un color
a cada alimento en función de su contenido en azúcares, grasas saturadas, sal,
calorías, fibra y proteínas. Los colores verdes identificarán los alimentos más
saludables; los rojos, los de menor calidad nutricional.
Su aprobación, como Real Decreto-Ley, se prevé en unos
"dos o tres meses", según ha avanzado la ministra. Antes, se va a
poner en marcha "en las próximas semanas" un grupo de trabajo con la
industria alimentaría para que se vayan adaptando paulatinamente a esta nueva
fórmula, que consistirá en la colocación de un gráfico con cinco colores al
estilo de un semáforo en la parte frontal de los productos.
"El actual etiquetado nutricional, aunque ha sido un
avance muy importante, no es suficiente, ya que resulta complejo de
entender", ha resaltado la ministra para defender este nuevo modelo que
pretende luchar contra la obesidad, también conocido como logotipo de cinco
colores, y que ha sido instaurado hace seis meses en Francia y está pendiente
de introducirse en Bélgica y Portugal.
Carcedo ha reivindicado el Nutri-Score frente a otros
modelos de etiquetado, "que no han sido implantados por las
administraciones, no cumplen los objetivos de promover la elección más
saludable e incluso pueden resultar confusos para el consumidor".
"Por eso, no están apoyados por las sociedades científicas y los
profesionales", ha apostillado.
"Esta información permitirá que la ciudadanía pueda
comparar con otros productos semejantes de forma sencilla y tomar una decisión
informada y motivada para seguir una dieta más saludable", ha resumido la
titular de Sanidad, quien ha añadido que Nutri-Score también tiene como objetivo que la calidad de los
alimentos se incremente como producto de estas restricciones.
Limitar publicidad
de productos poco saludables
La ministra ha anunciado, además, otras iniciativas para
reforzar la Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad
(NAOS), como la reforma del actual Código PAOS, en el que la industria se
autorregula con respecto a la publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a
menores de 15 años.
Basándose en la nueva Directiva de servicios de comunicación
audiovisual que se aprobará en el Parlamento Europeo, y siguiendo las
recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Sanidad va a
limitar la publicidad de los alimentos con perfiles nutricionales menos
saludables para niños.
"Existe evidencia de que la publicidad influye en las
preferencias, compras y en los comportamientos de niños y adolescentes respecto
a los alimentos y bebidas. Constituyen un grupo muy vulnerable a la publicidad,
que está especialmente expuesto. Es censurable que se aproveche su especial
vulnerabilidad para conseguir beneficios económicos", ha resaltado Carcedo en su intervención durante la entrega de los
Premios Estrategia NAOS 2017.
"La actual autorregulación es claramente insuficiente.
Tiene carencias. Hay que darle un impulso", ha zanjado la ministra, que a
continuación ha advertido de que, si estas estrategias de autorregulación de la
industria no cumplen con los objetivos del Ministerio, están abiertos a aplicar
un modelo más restrictivo y vinculante.
Institutos y
hospitales, libres de productos insanos
También dentro de estas medidas para facilitar opciones
alimentarías más saludables y combatir la obesidad, Carcedo
ha detallado que se desarrollará la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y
Nutrición para impedir la venta de alimentos y bebidas poco saludables en
colegios e institutos.
En esta misma línea, ha avanzado que se va a desarrollar un
protocolo para que las contrataciones públicas de menús, catering, vending o cantinas tengan criterios de calidad nutricional,
además de los relacionados con la seguridad. La meta, nuevamente, es restringir
la presencia de alimentos no sanos en centros públicos como hospitales o
universidades.
"Es necesario que las administraciones sanitarias, los
hospitales y centros de salud y los espacios públicos de todo tipo se conviertan
en centros promotores de salud y sean ejemplares en la oferta de productos en
sus instalaciones", ha argumentado.
Sobre un posible impuesto a las bebidas azucaradas, Carcedo ha reconocido en declaraciones a los medios que es
una de las recomendaciones recogidas por la OMS y la Comisión Europea. "En
todas las líneas estamos trabajando", ha afirmado la ministra.
Por último, Carcedo ha apoyado el
Plan de Colaboración para la Mejora de los Alimentos y Bebidas y otras medidas
2020, que contempla ratificar 20 acuerdos con asociaciones de los cinco
sectores del entorno alimentario (fabricantes, distribución, restauración
moderna, restauración social y vending), integradas
por más de 500 empresas y que afectará a más de 3.500 productos. Entre los
compromisos adquiridos, se encuentra la reducción paulatina hasta 2020 de una
media del 10 por ciento de azúcares añadidos, sal y grasas saturadas.